Detí

El sitio del té

Blog

¿Quiénes somos?

Somos Inés, Natalia y Cecilia. Las tres nos encontramos durante nuestra formación en la Escuela Argentina de Té en Buenos Aires y coincidimos desde el primer día en que teníamos que buscar la forma de trasmitir y compartir nuestra experiencia y todo lo aprendido en relación al té. Con esa idea y muchas más, formamos el emprendimiento Deti (que quiere decir “tres” en lengua charrúa).

Somos curiosas, nos gusta trabajar en red, compartir, aprender, viajar, y crear lindas experiencias inclusivas que lleguen a la mayor cantidad de personas para que cada una experimente y descubra lo mejor del té.

Uno de nuestros objetivos es que el consumo de té, y también tisanas, se transforme en un hábito diario, por eso a través de los talleres, nos gustaría que:

Image

Cecilia Nalborczyk

Sommelier de té

El té es un medio para conectarme con otros y conmigo misma. Me encanta la simpleza y sencillez de una taza de té y a su vez entender, aprender y trasmitir lo que está pasando para que tomar ese té sea posible: las historias, los rituales y ceremonias, los trabajadores en las plantaciones, la industria, la filosofía y la cultura.

Image

Inés Núñez

Tea designer

El conocimiento del té me llevó a descubrir aromas y sabores, a compartir el entusiasmo con tantas personas del mundo y de mi propio Uruguay, en el entorno de familiares, amigos, y compañeros de trabajo, asistiendo a un encuentro de naturaleza y humanidad.

Image

Natalia Núñez

Sommelier de té

Soy Natalia, una apasionada del té y los viajes. Mis primeros recuerdos con el té son desde muy niña. Simboliza encuentros, largas charlas y lindas reflexiones. Hoy intento descubrir cómo se vive en distintas culturas a través de cada viaje que realizo.

Image

¿Qué hacemos?

Los talleres son el medio para dar a conocer el té y explicar el origen, beneficios para la salud, formas de prepararlo y combinarlo con otros alimentos. Estamos convencidas de que el té es una bebida con mucho potencial y nos proponemos encontrar a más personas que se sumen a esta experiencia. La degustación es una parte central de los talleres. Seleccionamos tés de diferentes tipos y lugares y blends que elaboramos con materia prima fresca y natural, en lo posible orgánica, sin aditivos químicos ni saborizantes artificiales.


Talleres de té:

  • Taller de introducción al té, degustación y maridaje
  • Taller “Armá tu propio blend de té”
  • Taller “Tés negros de Sri Lanka”
  • Taller “Degustamos tés del mundo”

Asesoramiento:

  • Si pensas en ofrecer un servicio de té, te guiamos en todas las etapas: vajilla, diseño de cartas de té, menú, estilos, decoración, mobiliario, almacenamiento y empaque del té, capacitación al personal.

Eventos:

  • Presentaciones de libros
  • Exposiciones
  • Intervenciones artísticas
  • Ferias
  • Celebraciones
  • Reuniones distendidas en tu casa
  • After office
  • O también nos contactas y pensamos la propuesta que más te guste

Viajando y explorando

Últimas notas

Más notas en nuestro Blog

Image

Cápsulas de yerba: innovar para llegar al mundo

¿Yerba mate en cápsulas? ¿Tomar yerba sin un mate? La primera vez que vi la botella de Matecaps me pareció alucinante, especialmente porque entiendo que es súper interesante salirse de lo conocido y llevar la yerba a otro formato para que trascienda y se conozca en el mundo. “Life is too interesting to be tired all the time”. Esta frase concentra mucho de lo que trasmite MateCaps: consumir la yerba como estimulante natural para estar siempre con energía. ¿Cómo? En cápsulas de yerba mate orgánica sin envoltorio que se infusionan en una botellita 100% reciclable. Además también incluye un filtro para hebras o blends de té (y esto obviamente, me encanta).

MateCaps surgió cuando Marcos Stubrin, fundador de la marca, argentino e ingeniero industrial, estaba estudiando en España y pensó en la yerba como bebida energizante pero sin el mate de por medio, sino con un formato distinto que llegara de forma más sencilla a los extranjeros y que fuera sustentable. Desde la idea hasta la botellita pasaron muchas cosas y una de ellas fue crea Matecaps con dos argentinos; Salvador y Agustín y un uruguayo, Mateo, presentarse a un llamado de la ANII con incubadora de la ORT, y conseguir financiamiento a través de Kickstarter. Todo el proceso tuvo el primer mojón en abril de este año con la primera entrega a cerca de 900 personas en distintas partes del mundo. La segunda etapa hizo posible la tienda para comprar las cápsulas o el Mate Full pack por la web matecaps.com, que incluye: botellita, filtros y cápsulas de yerba mate tradicional o blendeadas en tres versiones: Aurora (¡mi preferida!) es un blenda de yerba mate orgánica con jengibre, menta, limón, canela y pimienta, Amazonia que tiene yerba con guaraná, açaí y berry, y Serenata: un blend de yerba con jazmín, manzanilla, piperina, melisa y marcela. El pack también incluye una latita re simpática para llevarte las caps que quieras cuando salís de tu casa y tener repuestos de caps durante todo el día.

Tres preguntas a Marcos:
¿Por qué eligieron yerba para las capsulas?
En realidad la yerba está desde el comienzo de la idea y las caps es el formato que le dimos para lograr una experiencia de usuario más práctica sin dañar el medio ambiente.

¿Qué es lo más desafiante y qué es lo más fascinante de MC?
Lo más desafiante es escalar nuestra propuesta a cientos de miles de consumidores y crear una comunidad global comprometida y consciente con lo que consume. Lo más fascinante es el aprendizaje continuo y la gente increíble que nos toca conocer durante cada etapa del proyecto.

¿Cómo viven los extranjeros de la experiencia MC con la yerba?
Hicimos un formulario de feedback y por suerte lo contestaron más de 400 personas. Los extranjeros distantes a la tradición lo encuentran muy práctico y fácil de aprender a usar. Siempre hay detalles que ajustar y por eso es que hacemos estos procesos, pero en líneas generales estamos muy contentos con el nivel de satisfacción de nuestros primeros clientes no materos.
Conocé más en matecaps.com

Tradición con producción local
¿Sabías que en Uruguay crece yerba mate y desde hace mucho tiempo se intenta promover el cultivo? Y ¿que Uruguay es el principal consumidor de yerba mate per cápita en el mundo? ¿Te enteraste que existe un proyecto de ley que tiene entre otros fines “declarar de interés nacional la plantación de “Illex Paraguayensis” y de sus cultivos asociados, así como el desarrollo de todas las etapas de su industrialización”?

La yerba está tan naturalizada, como el ritual de todos los días, y la sentimos tan cercana que a veces ni pensamos de dónde viene, cómo llega, cómo se procesa. Todo el día tomando mate, ensillando, cambiando de yerba, probando nuevas mezclas y dando por sentado que “Si o sí viene de Brasil porque acá en Uruguay no se puede plantar”. Lo lindo de las creencias es que están para cuestionarlas y por suerte hay personas que empezaron a hacerlo hace mucho tiempo y se dedican a estudiar, aplicar y compartir lo que saben.

Una de las personas que hace más tiempo está indagando en esta posibilidad es el Ing. Raúl Nin, que comparte en varios medios sus saberes, ideas e investigaciones y no se cansa de pedir que nos tomemos en serio esto de comenzar a producir yerba de forma artesanal en Uruguay. El mito de que no se puede ya hace rato es un sinsentido y Nin lo dice muy claro; tenemos un ecosistema que lo permite y la presencia de yerba mate en nuestro bosque nativo es indicador de que está sano y también equilibrado. Hay que aprovechar la riqueza del cordón serrano. Además, la producción artesanal nos asegura tomar yerba libre de químicos, más aún cuando estamos todo el día con el mate y nuestro organismo lo recibe sin descanso. ¿Alguna vez pensamos si es realmente natural o si se aplican químicos a las plantaciones? ¿Se aceleró el proceso de secado para que rinda la producción industrial? ¿La planta descansa entre cosecha y cosecha? Si pensás antes de consumir cualquier alimento, lees etiquetas o te interesa la alimentación de producción agroecológica que cuide el suelo, las comunidades y tu salud, entonces las preguntas de más arriba sobre la yerba son esenciales. Por suerte en Uruguay se van sumando proyectos y esfuerzos para hacer realidad la producción artesanal y también para rescatar la rica historia del consumo y procesamiento de la yerba.

Secado de Yerba con Vivero Iporá
Experiencias como el secado de yerba mate, que organiza Vivero Iporá dentro de su programa “Más Yerba”, son ejemplos súper recomendables para acercarse y tomarle aún más cariño a la planta y sobre todo para apoyar e impulsar la producción local. En mayo y junio de este año estuve con Más Yerba en Aurora de las Sierras y en Las Sierras de Carapé, compartiendo lo que se conoce como carillo o el encuentro entre todos en torno al proceso de la yerba mate. El carillo consta de varios pasos; se cosechan varias ramas de árboles de yerba mate del monte nativo, se arma una fogata y comienza el sapecado. Sapecar implica tomar las ramas por el extremo más alejado de las hojitas y exponerlas a la punta de la fogata solo por unos segundos. Parece sencillo pero no lo es; para hacerlo bien hay que lograr que las moléculas de las hojitas exploten rápidamente y es fundamental entrenar el oído y la agilidad; al escuchar el sonido, similar a un crepitar, se deben retirar del fuego lo más rápido posible para cuidar que no se quemen. Esas ramas se van apilando y cuando todos terminan de sapecar, se vuelcan sobre una malla de metal con marco de madera, que se coloca suspendida a una distancia de casi un metro arriba del fuego ya menos intenso. Esas ramitas sapecadas se van a ir secando a fuego lento a lo largo del día y más o menos después de unas cinco horas o cuando las hojitas se sienten secas y crujientes, se vuelcan en una tela para empezar a separarlas de los tallos y molerlas con las manos. Todo este proceso artesanal en medio de la naturaleza logra una gran conexión con la planta, con el entorno, el monte nativo y también con los demás, ya que es una experiencia comunitaria; mientras te sumergís en cada tarea vas escuchando risas, relatos, leyendas, vivencias y anécdotas. Se arman auténticas rondas materas y antes o después también se comparte caminata por las sierras mientras se van reconociendo las plantas nativas. El día termina con el envasado de la yerba molida en bolsitas de papel, que debe estacionarse unos seis meses o hasta un año antes de tomarla. La espera puede parecer larga pero vale la pena y asegura un rico mate 100% uruguayo y de producción artesanal.

Conocé más en IG: @viveroipora y @masyerba

Image

Amba Estate el té artesanal

Amba Estate: el té artesanal como medio para empoderar a las comunidades y proteger el medioambiente.

Fomentar la economía local, volver a lo doméstico, elegir el trabajo del emprendedor, optar por lo que nuestra tierra nos da en cada estación, consumir productos naturales para no contaminar el planeta ni nuestra salud. Si bien hace mucho tiempo que estas ideas estaban por aquí y allá, íbamos lento para lograr un cambio que realmente incidiera en el planeta a corto plazo.

Una vez en cuarentena y con todo el mundo literalmente “en la misma”, todos esos conceptos se volvieron más relevantes y nos replanteamos nuestras decisiones de consumo, el sentido y utilidad de comprar ciertas cosas, la importancia de generar nuestros propios alimentos. Si de esta experiencia colectiva se gestará algo mejor, no lo vamos a saber en lo inmediato, es un largo proceso y la suma de las vivencias y reflexiones personales unidas para generar cambios concretos, que impacten, será lo que nos lleve a la evolución y a prestar atención para no volver a lo que ya sabemos que no aporta, no suma y sigue sin funcionar.

Mientras vivíamos la cuarentena, voluntaria u obligatoria, el acceso a la alimentación fue revisado: quiénes acceden, cuál es la calidad de lo que consumimos, cómo nos proveemos, sobre todo cuando menguaron las opciones que teníamos y nos vimos obligados a detenernos. Ahora sí, a prestarle atención a la soberanía y seguridad alimentaria.

Como consumidora de té, hace años que me cuestiono mis elecciones, intentando que mi hábito no impacte de forma negativa y que contribuya a sustentar alguna comunidad en el mundo, ya que es un producto que no encuentro en Uruguay y es muy difícil conocer en el etiquetado la procedencia, mes y año de cosecha, qué plantación o fábrica lo elabora y de ahí poder investigar las condiciones de los trabajadores en las plantaciones y fábricas.

Cuando visité Sri Lanka en 2018, recorrí varios lugares, en los que vi distintas realidades, hasta que en el valle de Ambadandegama encontré Amba Estate. De inmediato sentí que era el lugar que yo buscaba como consumidora, y la apertura de Karuna Mohan Raj, manager de las plantaciones, a explicar en detalle los procesos, la forma de trabajar, el cuidado del medio ambiente, el impacto de las actividades en la comunidad, confirmaron ese “gut feeling” o corazonada que sentí al llegar en el tuk tuk después de una hora de viaje viendo valles y montañas.

Hoy, en 2020 y con el movimiento que trajo la pandemia y la reflexión sobre cómo atravesamos la crisis, cómo sobrevivimos con lo que tenemos, quiero compartir el trabajo y modelo de Amba Estate, que si bien es un lugar lejano, a casi 15.000 kilómetros de Uruguay y que tiene población, cultura e idiosincrasia totalmente distinta, se basa en un modelo que se puede replicar adaptándolo a nuestro país. Además de la información y formación que tuve in situ cuando estuve allí, agradezco el material y conversación con uno de los dueños, Simon Bell, nacido en Sri Lanka, que siempre está dispuesto a compartir su experiencia, contestar consultas y que cada miércoles a través de Zoom, presenta nuevas plantaciones artesanales de la recientemente creada CATA (Ceylon Artisanal Tea Association - Asociación de Té Artesanal de Ceilán). En la filosofía de Amba no hay lugar para guardarse conocimiento ni miedo o recato a compartir lo que hacen porque quizás se los copie, al contrario, alientan a los demás a replicar sus buenas prácticas, porque los motiva y entienden la importancia de las redes comunitarias. Presentan el trabajo de CATA contando que: "Desde hace dos o tres años Amba comenzó a trabajar con pequeñas plantaciones ubicadas en diferentes puntos de la isla para guiarlos en la producción de té artesanal, similar a Amba, pero cada uno con su sabor y rasgos distintivos, de acuerdo al terroir, clima, etc.

La principal misión de Amba, desde el año 2006, fecha en la que cuatro amigos de nacionalidades distintas comenzaron el proyecto con la plantación orgánica, es la de crear un modelo de oportunidad económica y restauración ambiental, en el que toda actividad mejore la vida de la comunidad y a su vez proteja el medio ambiente.

El lugar geográfico donde se sitúa Amba, en la provincia de UVA, es uno de las menos desarrollados en la isla, y fue justamente esta condición la que alentó a los amigos a invertir en este lugar, que ya traía una historia familiar fascinante e intrincada con el té que daría para hacer otra nota.

El desarrollo del té en Sri Lanka, que comenzó con la colonización inglesa, significó una oportunidad para activar la economía (amenazada cuando se contaminaron los cafetales) y si bien bien hoy es una fuente importante de trabajo y ganancias para la isla, también ha traído inconvenientes; por ejemplo la depredación de la selva natural, devastación del hábitat de animales salvajes, trabajo precario para la población y uso de pesticidas y fertilizantes artificiales que contaminan y erosionan el suelo.

Amba combina la oportunidad económica que genera la producción, venta de té, y los turistas en busca de experiencias y productos de especialidad, con las buenas prácticas que protegen los ecosistemas y regeneran el suelo desgastado por el uso de químicos.

La producción de té en Amba es a pequeña escala, no venden más de 10 kilos de cada tipo de té a sus clientes de todo el mundo, porque es enteramente artesanal; se recolecta y procesa de forma manual, con mínima intervención de maquinaria, totalmente distinta los modelos clásicos de las grandes fábricas, que envían el té a granel a la subasta de Colombo, donde los importadores lo compran para envasarlo y blendearlo en el exterior.

El modelo de Amba se creó en torno a las plantaciones, pero el té es en realidad un medio para varios fines; potenciar a las comunidades, impulsar emprendimientos, convivir con la naturaleza sin depredarla, fomentar otras fuentes de dinero para las recolectoras, revivir la economía de una región deprimida y que todo eso se logre de forma sustentable; el compost del ganado sirve para fertilizar, el control de pestes se logra a partir de mezclas de cultivos vegetales con albahaca, caléndula y otras plantas repelentes. También se practica la vermicultura (o lombricultura) y se intercala té y otros cultivos con gliricidia y otras plantas fijadoras de nitrógeno.

Para evitar la erosión del suelo, mejorar la sombra, la absorción de carbón y ayudar a restaurar los patrones naturales de las lluvias, en los últimos doce años se plantaron más de 20.000 árboles y arbustos.

Los productos que ofrecen en los alrededores: frutas, verduras, huevos, y también servicios como carpintería y albañilería se eligen para proveer al hostal de Amba, que recibe a turistas todo el año y así el dinero circula en la comunidad. Otra acción significativa es la alianza entre Amba y un Centro de Salud que funciona como residencia de mujeres que se están recuperando de enfermedades mentales. Esta asociación les permite a las mujeres trabajar para Amba creando envases artesanales para el té y artesanías que se venden en la tienda de Amba.

Los tés de Amba se producen a partir de plantas de las variedades sinensis y asamica, y muchos de los arbustos tienen 70 años, lo que representa un desafío para conservarlos y también una ventaja, porque les da un sabor único. La recolección manual de un brote y una hoja se realiza por la mañana temprano y antes de que empiece el calor más intenso se depositan en bandejas para que comience la oxidación enzimática. Una vez marchitas, las hojitas se enrollan a mano para romper las células y exponerlas al oxígeno.

El proceso siguiente dependerá del té que se quiera obtener. Por ejemplo, unos de los tés que más me gustó, por el sabor y aroma, pero también por su historia, es el Vangedi Pekoe o "Té ilícito". El nombre alude a la ley que prohíbe a los recolectores producir su propio té, que fue promulgada cuando se descubrió que se llevaban a sus casas algunas hojas recolectadas, las molían en un mortero y hacían té para toda su familia. Este proceso es replicado por las mujeres en Amba, que golpean las hojas en un vangedi (mortero) antes de fermentarlas y secarlas.

El siguiente paso en la producción consiste en la oxidación, una etapa crítica donde se fijan aromas y sabores. Por último, si el clima acompaña, se secan al sol, de forma natural y los días más húmedos se opta por un secador de biomasa con leña de ramas caídas o una secadora eléctrica construida por una compañía local.

Toda la producción de los diferentes tés de Amba, desde la planta hasta la venta en la tienda intentan generar equilibrio con el entorno.

Mientras hablaba con Simon sobre la nota y leía el material que preparó y en el que me basé para armarla, me vino a la mente la gran red de personas detrás de un proyecto que se va transformando a su vez en muchos proyectos personales, que encuentran lugar para desarrollarse y potenciar una comunidad, y que a su vez es el diferencial para que los sigan eligiendo clientes de todo el mundo, que más allá del producto, valoran todo el proceso. Una vez que visitas Amba, no podés quedar indiferente a esa dinámica y la posibilidad de replicarlo y adaptarlo a la realidad de Uruguay. Vuelvo entonces a los seis pilares de la Soberanía Alimentaria: priorizar los alimentos para los pueblos, valorar a los proveedores de alimentos, localizar los sistemas alimentarios, promover el control a nivel local, desarrollar el conocimiento y las habilidades y trabajar con la naturaleza.

En estos tiempos nuevos, donde estamos y estaremos replanteándonos la forma de vivir y producir, mucho del ejemplo de Amba y de los seis pilares me dice "tendrá que ser por aquí.

Image

Tisanas para la Inmunidad

Piques para el sistema inmunitario

En este 2020 la palabra inmunidad se volvió relevante; en general y para los que tuvieron la oportunidad de quedarse en su casa y ser más conscientes de lo que consumían, se convirtió en una oportunidad para investigar e incluir alimentos o bebidas funcionales, y a la vez naturales, que contribuyeran a potenciar el sistema inmunológico. Un desafío de este año, que ya lo teníamos pero se potenció, es poder discernir entre toda la información que recibimos constantemente por redes, medios y mensajes sobre mil temas, pero especialmente sobre qué comer, tomar o qué superalimento elegir para estar saludable o "curarse rápido". Nuestra tendencia occidental nos lleva a veces a comprar todo eso que "nos va a hacer bien" en poco tiempo, consumirlo en grandes cantidades y sin hacer otros cambios, esperar que haga efecto. Y muchas veces o no lo hace o logramos el efecto contrario. Cuando en inglés escucho la expresión "back to basics", a mi mente vienen imágenes de la naturaleza o de un hogar calentito, con una estufa y una tisana de yuyos. Esa expresión, que se puede traducir como "volver a lo sencillo, a lo más importante ", quizás parezca difícil vivirla, porque nos hemos entreverado con tanto consumo y poca paciencia, pero a su vez estamos en un momento ideal para encarar el cambio después de este gran freno. Una de las maneras de potenciar la inmunidad es el consumo sostenido y sistemático de tés y hierbas medicinales; están disponibles, accesibles y son lo suficientemente versátiles como para incorporarlas de la forma que más nos guste: infusión, tintura, jarabes, decocción, o en recetas comestibles.

EQUINÁCEA:
¡Empezá, descansá y retomá!

Una de las plantas medicinales que me encanta empezar a tomar en otoño es la equinácea. Es como contratar un seguro para el invierno; refuerza las defensas, previene alergias, gripes y es antiinflamatoria. Dos o tres tazas al día durante uno o dos meses es suficiente y, como regla general al consumir hierbas, se descansa un tiempo y se vuelve a empezar. En ese período de descanso podemos empezar con otra hierba y así sucesivamente.

El sabor es un tanto amargo, así que si no resultado del todo atractivo se puede combinar con menta por ejemplo, para que la infusión resulte más fresca. También ayuda a aliviar dolores de cabeza y cansancio en general.

LLANTÉN:
Esta planta, con el sobre nombre de “sanalotodo”, conocida popularmente para tratar gastritis, también contribuye a purificar la sangre. Tiene propiedades antibacterianas, antisépticas y contiene vitamina C. Es muy versátil al momento de consumirla: en infusión, jugos verdes, jarabes, aguas saborizadas, ensaladas, o mezclada en la yerba. Si se la observa bien y entrena el ojo, encontrarla será sencillo ya que se reproduce muy fácilmente y sin necesidad de cosecharla.

TÉ:
Los principios activos y beneficios de consumir té, en cualquiera de sus seis variedades, están siempre en revisión mediante estudios académicos, pruebas e investigaciones.

El médico esrilanqués, Tissa Amarakoon, del Instituto de Investigación del Té de Sri Lanka, escribe en su libro “Té para la salud”, que durante la etapa de oxidación en la producción del té negro se generan antioxidantes tan efectivos como los presentes en el té verde. Explica también que una de las respuestas de nuestro sistema inmunológico ante agentes externos y dañinos es la inflamatoria. Esta respuesta produce cantidades significativas de radicales libres, moléculas necesarias en principio y que nuestro cuerpo genera de forma constante, pero que a la larga queremos neutralizar porque contribuyen a enfermarnos, especialmente cuando la respuesta inflamatoria es prolongada y expone a la células al estrés oxidativo. El consumo constante de té contribuye, por sus componentes antioxidantes, a reducir los efectos dañinos de la inflamación y a regular los mediadores de la respuesta inflamatoria.

ORTIGA:
¡Vale la pena pincharse un poco!

La recolección dela ortiga no es sencilla, (las hojitas pinchan y pueden irritar la piel), pero esa dificultad es como la búsqueda del tesoro, una vez que la cosechamos, los beneficios de consumirla hacen que valga la pena el esfuerzo.

Una de las características de la ortiga, como de muchísimas hierbas en Uruguay, es que crece sin necesidad de plantarla especialmente, es ese tesoro que está tan al avista que nos damos cuenta. Hay que saber identificarla y cosecharla de los lugares más naturales posibles.

La ortiga nos aporta vitamina C y hierro y tiene gran contenido de clorofila. Es ideal para consumirla en jugo de naranja o incluirla en jugos verdes. También se puede cocinar y hacer soufflé por ejemplo; recuerdo que me encanto la primera vez que lo probé, en el curso de Plantas Medicinales de Ceuta. Es ideal para alcalinizar la sangre, es depurativa y desintoxicante, lo que viene muy bien para mantener un PH balanceado y así prevenir enfermedades.

Incorporar tés y hierbas, alternarlas, descansar y volver a empezar es una gran ayuda para el sistema inmune y la salud en general; especialmente aquellas que ayudan a desintoxicarnos y purificarnos, no solo por la dieta sino por el ritmo acelerados que llevamos; por algo existe la expresión “no te hagas mala sangre”, una prueba más de que la farmacopea y la sabiduría popular son inseparables.

Testimonios

Escribinos

Contactate con nosotras

Teléfonos

Cecilia 091 793 469

Inés 099 610 593

Natalia 094 131 449


Nuestro correo

hola@deti.com.uy